"Solo hay una sagrada obligación, nuestro
compromiso con nuestros veteranos de guerra", afirmó Biden en un
discurso en el cementerio militar, a las afueras de Washington.
Previamente, había depositado una corona de flores
ante la Tumba del Soldado Desconocido, dentro de los habituales actos
del día de los Veteranos que se celebra hoy en Estados Unidos, donde es
fiesta federal.
Habitualmente es el presidente de EE.UU. quien
encabeza el evento, pero dado que Barack Obama se encuentra en China de
visita oficial, la responsabilidad recayó en esta ocasión en el
vicepresidente.
Biden defendió los valores de los excombatientes y señaló que representan lo mejor del espíritu del país.
"No solo son el corazón y el alma, pero la columna
vertebral misma de esta nación", dijo Biden, uno de cuyos hijos Beau,
sirvió en Irak.
En este sentido, recordó que "los soldados estadounidenses nunca se doblan, nunca se rompen y nunca jamás ceden".
También el Pentágono y los líderes del Congreso,
tanto demócratas como republicanos, se sumaron a las celebraciones en
sendos comunicados de elogio a su trabajo en defensa del país.
En EE.UU. hay actualmente cerca de 22 millones de
excombatientes, de los cuales 2,5 millones proceden de los últimos dos
conflictos en los que ha estado inmerso el país en Irak y Afganistán.
En Estados Unidos, el "Día de los Veteranos" se
originó en 1919 como el "Día de Armisticio" para marcar el primer
aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial.
Pero en 1954, el presidente Dwight D. Eisenhower
cambió el nombre al día festivo por el que ahora se le conoce para
honrar a los soldados estadounidenses caídos en todas las guerras.
En el cementerio de Arlington, donde se entierra a
los caídos en combate desde 1864, hay más de 250.000 tumbas de
veteranos y militares que lucharon desde entonces hasta las recientes
guerras en Irak y Afganistán.
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